La gastronomía es compromiso y motor social
“Productos singulares de pueblos pequeños, en manos de personas motivadas”, así describía Neus Monllor de Amaterra a sus tres interlocutores en otra de las mesas, que demostró que la gastronomía también actúa como palanca de cambio contra la España vaciada. José Alfredo Martín de Apadrinaunolivo.org, iniciativa responsable de la recuperación de 100.000 olivos centenarios, es también fundador de la plataforma Despertadores Rurales, con la que ya ha incubado más de 15 proyectos de desarrollo rural. “Debemos apostar por el legado, aunque los nuestros no sean productos generalistas; es importante que cuidemos los valores que nos diferencian y sepamos transmitirlos a los restauradores”, explicaba. Para Luis Alberto Lera, chef del restaurante Lera* de Castroverde de Campos (Zamora) e impulsor, entre otras iniciativas, de la cooperativa de pichones local, “los del pueblo somos ciudadanos de segunda, y para que eso cambie necesitamos menos burocracia; somos distintos y necesitamos políticas distintas”, demandaba. Por último, Jorge Jiménez Santos preside la Asociación para la promoción territorial de El Royo APROTER, que ha generado una excelente producción de frambuesa ecológica en esa comarca de Soria. Y ha sido posible gracias a que “promovimos el cultivo de un producto de valor añadido que no exigiera mucha extensión. Ahora, explotando menos de 3 hectáreas puede vivir una familia”, apuntaba.
Y de la despensa a la cocina, Dreams daba voz a algunos hijos pródigos del medio rural, cuatro jóvenes chefs que han vuelto a sus raíces después de explorar el mundo. “Somos de pueblo pero no paletos”, reivindicaba Iris Jordán del restaurante Ansils* en Anciles (Huesca), reconociendo que “el camino no fue fácil porque lo mío fue un relevo generacional y la gente quería seguir comiendo los platos de mi abuela Pilarín, pero yo quería tener mi propio concepto”. Una responsabilidad familiar que sintió también Juan Carlos García al abrir el restaurante Vandelvira* en Baeza (Jaén), “ya que arrastraba a mi familia; me llegaron a llamar loco y a invitarme a volver de dónde venía”, confesaba. A Xune Andrade de Monte* en San Feliz (Asturias) “mis padres me recomendaban abrir en Oviedo o Gijón, pero yo quería regresar a casa y echar raíz, disfrutar de ese estilo de vida que nos nutre y nos conecta con el ser humano de forma orgánica, aunque nuestra visión sea muy global a la hora de enfocar el negocio”. Por último Alejandro Hernández se alegra de que su restaurante Versátil* en Zarza de Granadilla (Cáceres), es “la segunda empresa más grande del pueblo con una plantilla de 18 personas y contribuye a su desarrollo económico, potenciando otros negocios de la zona”.
También se habló en Dreams de la gastronomía para alcanzar un mundo más sostenible y justo. Maxime Boniface, cofundador de la firma de quesos plan-based Väcka, explicaba que “la economía circular es la que no genera desperdicio, pero para eso estamos muy maleducados, y debemos reeducarnos”. Precisamente Alejandro Orioli, que dirige el proyecto de agricultura ecológica que abastece la cocina de la clínica Buchinger Wilhelmi, aseguraba que “concienciamos a nuestros agricultores en el uso de la tecnología, y los llevamos a la cocina para que entiendan el trabajo que se hace en ella. El reto es cambiar la mentalidad y superar las barreras de cambio”. Un futuro, el de la agricultura circular que necesita ser “social y escalable, además de sostenible para que prospere”, advertía el CEO de Ingredalia Miguel Ángel Cubero, quien pedía al futuro “que la IA se aplique en las ciencias genómicas, ya que personalizará las dietas y las hará más atractivas”.
La cocina como un motor social de cambio, sobre todo en momentos de emergencia como la reciente Dana que afectó al levante español. “Llevamos el compromiso en el ADN, y nos sentimos obligados a sacarlo fuera de nuestros restaurantes para dar, además de un plato caliente, todo el amor que necesitan. Cada vez va a haber más emergencias y debemos estar preparados, y estar unidos”, decía Pepa Muñoz, El Qüenco de Pepa (Madrid) que colabora con la organización World Central Kitchen de José Andrés, al igual que los chefs Javier Sanz y Juan Sahuquillo de Grupo Cañitas, que reconocían haberse sentido muy abrumados en “nuestra primera catástrofe, que nos ha dejado una huella imborrable”. Junto al chef Ricard Camarena colaboró también en la DANA la compañía gerundense Costa Brava Mediterranean, cuya directora de comunicación Sara Terradellas aseguraba que “fue fundamental la resiliencia de los equipos que actuaron sobre el terreno.
Terminaba la jornada con una masterclass de excepción patrocinada por Caixabank e impartida por Ferran Adrià “con la que ayudamos a restauradores de toda España a gestionar sus negocios”, algo tan fundamental “que protagonizará el 50% de la clases del nuevo Madrid Culinary Campus (MACC). Lo hacía junto a uno de sus profesores, el experto en innovación Víctor Caleya, el patrón de elBulli Foundation Ernest Laporte, y Sílvia Timón y Sílvia Sánchez de Thinknovate, spin-off de elBullifoundation especializada en innovación y gestión, que acerca y aplica la metodología Sapiens en el ámbito empresarial.
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