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Chef Pedro Hernández. Foto: Qué bueno Canarias
El 95 % de los platos están libres de alérgenos, y solo el 5 % contiene gluten, lactosa y huevo

En medio de un panorama gastronómico donde la convivencia de diferentes cocinas y sabores es la norma, surge un restaurante único en su especie: un lugar donde aquellos con alergias alimentarias e intolerancias pueden disfrutar de una experiencia culinaria sin preocupaciones ni restricciones.

En este contexto, nos encontramos con el chef palmero Pedro Hernández Castillo, cuyo restaurante “El Duende del Fuego” ubicado en Plaza Chica (Los
Llanos. Santa Cruz de Tenerife) se ha convertido en un referente y un oasis para aquellos que sufren de alergias alimentarias e intolerancias.

El chef ha decidido ofrecer una carta que cumpliera con las necesidades sus comensales. Actualmente ofrece un menú donde el 95 % de los platos están libres de alérgenos, y solo el 5 % contiene gluten, lactosa y huevo, demostrando un compromiso genuino con la inclusividad en la gastronomía.

Pedro Hernández Castillo ostenta el reconocimiento especial “Que bueno Canarias” por su destacada dedicación durante 10 años, promocionando la cocina saludable, apta para personas con intolerancia.

Galardonado por el Instituto de Certificación SLU con el prestigioso Premio Europeo a la Sostenibilidad Certex, en reconocimiento a su dedicación
inquebrantable a la cocina sostenible, es embajador de la marca Kilometro Cero y además es restaurante recomendado por la Guía Repsol.

El chef, embajador de la marca Kilómetro Cero, ha revolucionado la escena culinaria con su enfoque: una cocina sin horno con ventilador,
freidora o plancha. En lugar de ello, utiliza métodos tradicionales como el fuego y el vacío, demostrando que la sostenibilidad y la creatividad van de la mano.

En “El Duende del Fuego” ya se apuesta desde hace años hacia un futuro gastronómico cada vez más cercano, la alimentación se centra en el uso de
alimentos primigenios y lo más próximo a la tierra en orgánico. Un ejemplo es el pan que sirve en el restaurante con un trigo canario que se llama barbilla, una espelta antigua que contiene un 17% de proteína; y otro sin gluten, hecho con alforfón y semillas de llantén, que sirve caliente con un poco de aceite de oliva virgen extra confitado con ajo negro, toda una declaración de intenciones.

Se busca potenciar ingredientes naturales y sostenibles, evitando el uso de aditivos y procesados. La tendencia de El Duende del Fuego hacia una alimentación más consciente y respetuosa con el medio ambiente está clara, y su chef marca ya el camino de la gastronomía del futuro.